Tus ojos
De tus hermosos y grandes ojos
he quedado por siempre prendido
como al petalo de aquella flor
ha quedado esa gota de rocio.
Ya de mi quedan sólo despojos
No hay palabra tornada en espada
Que me cubra de esa tu mirada
Y mi razón haga a sus antojos
Sutil es esta condena mía
a la cual acusó de recibo
Sin dolor tan sólo la agonía.
Por amor yo sufro cada día
y a tus calidos brazos arribo
ahí el dolor es alegría.
Miguel García.
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