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Mostrando entradas de marzo, 2022

Mi Derrota

  Acepto mi derrota, se bien que perdí, aun pagando estoy caro mi derrota, aposte con ansia loca, ansia juvenil, y la pena de esta vida seguirá en la otra.   Pero ¿Quién puede decirle no al mes de abril? Y me veías caer de lo alto una vez tras otra, así la libertad se apoderó de mí, ofreciendo su mano tan cálida y hermosa.   Y hoy a media noche por fin lo comprendí, vencido en una cama húmeda, vacía y rota, cuando no había sol y tampoco había abril. Nade sin saber que lo hacía en mar sin costa.   Los tesoros que yo poseía los perdí hundidos en aquel profundo mar sin costa. Pero, aun así, no puedo ser más feliz,   abrazado al alba por mis hijos y mi esposa.

El Viento

  Que extraño amante es el viento, sutil como mariposa, poderoso como acero. Titán con alma ambiciosa.   Que se vence ante el cristal de tu ventana cerrada, su tristeza siempre es tal que se vuelve hacia la nada.   Yo lo miro todo el tiempo, también vuelve cada vez, y en cada fallido intento demuestra su tozudez.   Yo también me quedo afuera de tu ventada cerrada oculto en la madriguera en la fría madrugada.

La Parca

  Vienes sin invitación cuando nadie te espera. Es cuando la noche es noche con el sol de primavera.   Hay algunos que aún te buscan, otros tantos que te anhelan y dejas de ser dolor como dejas de ser pena.   Quien a ti se enfrenta pierde, quien de ti huye pierde más. Quien toca tu mano muere ¿Y quién puede no tocar?   Tu partida deja el llanto de la cera derretida, flores sin ningún encanto sobre la lápida fría.

Una tarde en la playa

  El viento acaricia tu mejilla, baila con cada mechón de pelo, es niño que brinca de alegría, eres como su juguete nuevo.   Profundo es el mar de tu mirada, su playa tus parpados de arena donde cada tarde yo paseaba, olvidando mi dolor, mi pena.   Labios carmesí de primavera, turgentes, llenos de el agua nueva. Sus besos dan vida, vida plena. De este paraíso soy Adán tu Eva.   El viento aún continúa bailando, en la playa ya se ven las estrellas. La primavera me ha abandonado. Solo me queda el recuerdo de ella.

Yo te quise

  Yo a ti si te quise, tu a mí no me querías, yo te imaginaba y tu piel recorría. Mi corazón sufría pues tu no me querías, mi alma era tuya, tu alma no era mía.   Al entregarte a ti todo cuanto poseía mi dolor, mi pasión y amor y alegría; me fui quedando con la vida vacía. aún sin ser tuyo, ni tu fueras mía.   Ahora que eres tú quién me pide un verso, ahora tú me pides que te acompañe. Cuando un gran desierto hay solo en mi pecho, cuando mis pasos andan hacia otra parte.   Y a pesar de este mi inmenso amor tan necio, lo que pudo ser ya no lo fue aquel día, recibí de ti las flores del desprecio. Y no lo niego aún te amo vida mía.